Debido a la pandemia, las rutinas que seguimos, tanto nosotros como nuestras familias, se han visto alteradas de una manera sin precedentes. Es posible que los niños y niñas hayan experimentado cambios en sus horarios de sueño, aumentado su consumo de alimentos poco saludables o incluso relajado sus hábitos de higiene durante el periodo de confinamiento.
Con la vuelta a los jardines infantiles y escuelas, es posible que los niños y niñas hayan sentido el impacto de todos estos cambios en sus vidas, lo que puede manifestarse a través de expresiones emocionales y comportamientos que pueden ser desafiantes de manejar.
Las responsabilidades y rutinas diarias desempeñan un papel fundamental en la vida de las niñas y niños. Estas rutinas les brindan seguridad, promueven su independencia progresiva y les ayudan a desarrollar confianza en los adultos que los cuidan. Además, contribuyen significativamente a la formación de hábitos de vida saludables.
